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La Victoria ora por la Paz del país


Más de 500 personas colmaron la Plaza Ribas en un misa 

Bajo el radiante sol de este domingo 2 de marzo, la comunidad católica junto a la sociedad civil victoriana acudieron al llamado a la misa por la Paz de Venezuela, oficiada por el Padre Francisco Insúa y el Hermano Jesús Suso Estévez a las afueras de la iglesia Matríz Nuestra Señora de Guadalupe.

Más de medio millar de personas acompañadas de sus familiares y bajo la presencia de la imagen de la Virgen de Coromoto y el Santísimo Sacramento, el pueblo de La Victoria se unió para orar por la Paz y la tranquilidad de la nación, rechazando los hechos de violencia y pidiendo por la reconciliación.

Con la oración como herramienta el Padre Insúa expresó que nos da las fuerzas para seguir adelante sabiendo que hay un Dios que nos escucha y vela por todos nosotros los venezolanos. Es por eso que hacen un llamado a refugiarse en la fe por que Jesús siempre nos oye y quiere lo mejor para el pueblo.

Invitó a mirarnos todos como hermanos que somos, saludar a quien tenemos a un lado, tenderle la mano, abrazarlo, ya que ante los ojos de Dios somos uno solo, sin distingo de raza, ni posición política y mucho menos económicas, pues de él venimos todos a este mundo.

En esta misa estuvieron acompañando los niños de la catequesis así como la coral de la Escuela Primo Casales, organizada por mujeres de la sociedad civil victoriana, quienes oraron por todos los detenidos y fallecidos de manera injusta que hay en el país a raíz de las manifestaciones ocurridas en los últimos días.


Oración por Venezuela
Jesucristo, Señor Nuestro, acudimos a ti en esta hora
de tantas necesidades en nuestra patria.
Nos sentimos inquietos y esperanzados,
y pedimos la fortaleza como don precioso
de tu Espíritu.

Anhelamos ser un pueblo identificado con el respeto
a la dignidad humana, la verdad, la libertad,
la justicia y el compromiso por el bien común.

Como hijos de Dios, danos la capacidad de construir
la convivencia fraterna, amando a todos sin excluir a
nadie, solidarizándonos con los pobres y trabajando
por la reconciliación y la paz.

Concédenos la sabiduría del diálogo y del encuentro,
para que juntos construyamos
“la civilización del amor”, a través de una real
participación y de una solidaridad fraterna.

Tú nos convocas como Nación y te decimos:
Aquí estamos, Señor, junto a nuestra Madre,
María de Coromoto, para seguir el camino
emprendido y testimoniar la fe de un pueblo que
se abre a una nueva esperanza. Por eso todos
juntos gritamos:
¡Venezuela!¡Vive y camina con Jesucristo,
Señor de la historia!
Amén.


Esta es la oración de la Conferencia Episcopal, que se reza diariamente a la Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela, en todas las iglesias del país
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