Políticos venezolanos que han huido del país cuentan sus historias
Didalco Bolívar desde el exilio habló sobre su repudio al Gobierno Nacional
Al momento en que fue publicado el libro Memorias del exilio político venezolano en Perú, el exgobernador de Aragua ya había regresado al país para someterse a las justicia que el mismo catalogó como “un mecanismo tan perverso que rompe cualquier jurisprudencia en el mundo”
Tras un breve recorrido por algunas calles de Maracaibo, la autora del libro “Memorias del exilio político venezolano en Perú. Hablan sus protagonistas” nos recibió para conversar sobre la experiencia que tuvo al escuchar las historias de quienes por razones políticas debieron salir del país en busca de exilio o refugio para no ser juzgados sin el debido procedimiento.
Lucrecia Morales García, quien escribió éste libro junto a Juan Carlos Morales Manzur, ambos licenciados en ciencias políticas y con un extenso currículo que los convierte en grandes conocedores del área, se lanzaron a la aventura de contactar a Manuel Rosales, Carlos Ortega, Didalco Bolívar, Ramón Martínez, Eduardo Lapi, Carlos Barboza, Rodolfo Barraez, Oscar Pérez y Nixón Moreno para escuchar y plasmar la experiencia del exilio de estos venezolanos que tuvieron que abandonar su tierra y añoran regresar pronto, aunque algunos ya habían regresado a Venezuela al momento de la publicación de este texto.
El libro, que tiene una narrativa muy humana y a la vez histórica es considerado por sus autores como parte de la historia contemporánea de Venezuela, por cuanto aún no existen materiales bibliográficos que documenten muchos datos del acontecer político de los últimos años.
EL SENTIMIENTO DEL DESTIERRO
García Morales y Morales Manzur dejaron muy claro que todo lo escrito en el libro en cuanto a las historias contadas es muy fiel a lo que dijeron sus protagonistas, tal como el caso de Carlos Ortega quien dicen, se mostró tan diáfano como siempre y que sus palabras tal y como están en el libro fueron muy fuertes, pues Ortega es el único que conoce con detalle todo lo que sucedió durante los hechos del 11 al 14 de abril y sabe quiénes fueron traidores, y en quién se puede confiar en la actualidad. Sin embargo, a pesar de estar sereno y con espíritu esperanzador anhelando volver a su país dejó claro que “después de la muerte, el exilio es lo peor que le puede ocurrir a un dirigente, a una persona; hombre o mujer de cualquier país del mundo”.
Los autores explicaron que Ortega es un hombre desinteresado que nunca ambicionó para él poder, sino que siempre quiso dejar a Venezuela en las manos de las personas que debían conducirla, por lo que Lucrecia Morales, enfatizó que “Carlos Ortega para mí fue una de esas personas claves de lo que debió haber sido esa Venezuela que nosotros estábamos proyectando en ese momento”.
LA VERSIÓN DE DIDALCO BOLIVAR
Al momento en que fue publicado este libro, ya Didalco Bolívar había regresado del exilio. Para los aragüeños una de las historias más atractivas que se presenta en el texto es la del exgobernador de Aragua, quien tras disentir del Gobierno Nacional y separarse de la ideología del mismo, llegó a ser acusado de varios hechos de corrupción, entre los que destaca la adjudicación de un contrato para la adquisición de equipos médicos durante su gestión de Gobierno, lo que lo llevó a salir huyendo a Perú.
Cuando le llegó el turno a Bolívar de relatar sus memorias en el exilio, dejó ver cuán enojado se encontraba con las injusticias que ha cometido el Gobierno venezolano, con él y el resto de sus “compañeros” de exilio, con quienes estando allá compartió un sinfín de veces.
El Dr. Bolívar (como se refieren a él los autores del libro) precisó su molestia al contar cómo fue allanada su residencia y sus pertenencias fueron expuestas en televisión para dar muestras “no sé de qué”, al tiempo que lamentó que “en el Gobierno Bolivariano existe un mecanismo tan perverso que rompe cualquier jurisprudencia del mundo”, lo que según él lo llevó salir del país con ayuda de militares a quienes calificó como “amigos y amigas, de verdad”.
Cuenta Bolívar que estuvo mucho tiempo en el estado Táchira escondido, esperando que bajara la vigilancia en las alcabalas dado a que en esa misma época andaban “casando” a Manuel Rosales, comentó que pudo conocer de cerca una realidad sobre la cual el mundo político debería reflexionar. El exgobernador hizo acusaciones severas al Gobierno Nacional, hizo énfasis en que “este Gobierno será recordado como uno de los más atroces, más represivos que haya tenido la democracia venezolana” y aseguró “Yo creo que este Gobierno está en su fase de conclusión, este es un proyecto inviable, no tiene posibilidades de desarrollarse” aclaró.
Entre los comentarios que más llama la atención en las memorias de Didalco, es relevante cómo alaba a Evelyn de Rosales y compara su situación con la de Manuel Rosales, pareja con la que él compartió mucho en Perú (según su relato), además de decir que Marcel Granier debía ser condecorado o que la persecución de Polar no tiene justificación, palabras que dejan claro que se opone de forma contundente a las medidas ejecutadas por el actual Gobierno venezolano.
Sin embargo, al consultar a Lucrecia Morales, quien fue quien escuchó, grabó y transcribió esta entrevista, sobre cuál era su posición frente al regreso triunfal del exgobernador a Venezuela, para someterse a la justicia a la que llamó perversa, sólo pudimos observar una mirada de desconcierto e incredulidad, pues le parece mentira que quien haya manifestado tantas diferencias con las políticas del actual gobierno, ahora se identifica como chavista y sobre todo apoya la candidatura del presidente Hugo Chávez a la reelección.
Pero para quienes dudan sobre el tema, lo más recomendable es que se acerquen a la librería de su preferencia y lean la historia completa.
PERDIDO EN UNA NUEVA SELVA DE CEMENTO
Cuando Morales García se refiere al exgobernador del Zulia, Manuel Rosales, lo hace con admiración y respeto, refiriéndose a él como “el Gobernador”, un político que batalló muchísimo en aquella campaña electoral de 2006, cuando existían las peores condiciones electorales, pero que logró la aceptación de algunos venezolanos.
Rosales cuenta con firmeza que él no huyó a Perú como los militares del 27 de noviembre quienes llevaban a cuestas muchos muertos y nunca dieron la cara, mientras que él lo que hizo fue resguardar su integridad física, pues habían montado la operación “Rosales va Preso”, por lo que el partido Un Nuevo Tiempo y otras toldas políticas aliadas le recomendaron salir del país.
En cuanto a lo que significa el exilio para Manuel Rosales, dejó claro en sus declaraciones que “el exilio es como perderse en una nueva selva de cemento y luces, fracturándose un proyecto de vida”.
UN GRUPO QUE CADA VEZ SE HACE MÁS FUERTE
Aún se encuentran en el exilio un grupo de dirigentes que anhelan regresar a su tierra tal y como lo plantean quienes cuentan sus historias en este libro. Ramón Martínez, exgobernador del estado Sucre está pagando el precio de la ruptura ideológica, es su tercer exilio y conoce muy bien el precio de estar fuera de su nación condenado a no poder volver, sin embargo está seguro que en Venezuela quedarán sus huesos y no va a dejar de entrar.
También Eduardo Lapi, Rodolfo Barraez, Oscar Pérez y Nixón Moreno se encuentran soñando con el día en que vuelvan a pisar el suelo patrio, a reunirse con sus familiares y esperan ansiosos el momento en que Venezuela tome un nuevo rumbo, cuando definen el exilio, todos confluyen en una misma respuesta, lo comparan con la muerte, con una cárcel sin rejas, porque dicen sentirse condenados en una ciudad que los ha recibido con los brazos abiertos, pero que es prestada.
Por último, la historia de quien regresó a Venezuela y actualmente se encuentra hospitalizado en la Policlínica Maracaibo por su agravado estado de salud es la de Carlos Barboza, por lo que uno de los comentarios que hizo Lucrecia Morales sobre la entrevista que le hizo a éste zuliano, fue que al responder sobre lo que significa para él “el exilio” rompió en un llanto casi como el de un bebé, dejando ver lo afectado que está anímicamente, no sólo por estar lejos de su familia y su entrono, sino porque estando en Perú debía seguir un riguroso tratamiento médico y no poseía los recursos económicos para costearlo, por lo que decidió regresar estando consciente de lo que lo esperaba. Así éste libro narra cada historia contada por sus protagonistas, en un trabajo minucioso y muy bien elaborado, pero le corresponde a cada lector sacar sus conclusiones sobre lo que hizo cada uno de ellos, el motivo por el que están siendo juzgados y sobre todo el precio que están pagando.
AGRADECIMIENTO
Los autores del libro “Memorias del exilio político venezolano en Perú” expresaron durante la entrevista su infinito agradecimiento a los abogados peruanos Alberto Borea Odria y Ángel Delgado, quienes apoyaron a los venezolanos que están exiliados en Perú, donde defendieron sus casos ante la cancillería de forma totalmente gratuita.
Post a Comment