Campaña electoral venezolana dio un nuevo giro
A escasas tres semanas para las elecciones, la campaña electoral en Venezuela se va crispando y dio un nuevo giro con la denuncia del oficialismo de un supuesto caso de soborno que afecta a un diputado opositor y del que la oposición se desmarcó acusando al chavismo de "guerra sucia".
Tras días de acusaciones sobre un supuesto "paquetazo" económico secreto opositor, deserciones de cuatro pequeños partidos de las filas antichavistas bajo denuncias de soborno e incluso actos de violencia registrados en un acto del candidato presidencial opositor, Henrique Capriles, la campaña venezolana dio un nuevo giro.Un supuesto caso de soborno que el oficialismo atribuyó a la oposición, y del que ésta se desmarcó rápidamente, monopolizó la atención mediática del país, relegando el debate de contenidos de campaña o los quehaceres nacionales a un segundo lugar.
El diputado oficialista Julio Chávez pidió a la Asamblea Nacional (AN, parlamento) una investigación "en profundidad" de la financiación de Capriles tras consignar ante esa institución un video en el que se ve al diputado opositor Juan Carlos Caldera recibiendo un sobre de dinero de manos de un hombre no identificado.
En la conversación, subtitulada y con mal sonido en ocasiones, la persona no identificada habla en representación de alguien al que se refiere como "un comerciante" y trata de acordar una reunión con Capriles, a lo que Caldera responde que sería más fácil hacerlo en algún viaje al exterior del candidato opositor.
Tras recibir la denuncia, el presidente de la AN, Diosdado Cabello, indicó que acudiría a la Fiscalía, a la Contraloría y al Poder Moral "porque detrás de esto puede haber un plan macabro".
Rápidamente, Capriles expulsó a Caldera de su proyecto político, exigió a todos los organismos una investigación sobre el caso y subrayó que no aceptará "chantajes".
"Sigan echándonos (...) sigan con su guerra sucia, el pueblo venezolano el 7 de octubre les va a dar una lección", afirmó el aspirante a la Presidencia.
Posteriormente, Caldera admitió que recibió 9.300 dólares de un empresario, pero apuntó que fue una iniciativa propia para financiar su candidatura a una alcaldía, desmarcando a Capriles del evento, y asegurando que todo es un "show" del chavismo por verse perdedor en las elecciones del próximo 7 de octubre.
Apuntando que "el que no la debe, no la teme", el diputado detalló que el dinero que recibió fue una donación de un empresario venezolano, y dijo que se le acusaba de soborno sin explicar por qué razón o a cambio de qué.
"Esto no es otra cosa que (...) cuando la derrota mira fijamente a los ojos a un Gobierno que lleva 14 años en el poder, el desespero los arropa, los hace caer dentro de estas cosas", consideró Caldera.
Las reacciones de Gobierno y oposición no se hicieron esperar.
El Gobierno no dudó en calificar de "corrupto" a Capriles por este caso, del que el presidente Chávez, quien no apareció durante la jornada en ningún acto público, no hizo comentarios ni por Twitter.
"Ese dinero era pa' CAPriles #MajuncheCORRUPTO", dijo a través de esa red social el ministro venezolano del Interior, Tareck el Aissami, usando una etiqueta que repitieron varios de los miembros del Gabinete del presidente, que llama a su adversario "majunche" (poca cosa).
"#MajuncheCorrupto cuánto dinero recibió Capriles?", se preguntó, a su vez, el vicepresidente Elías Jaua, a través de su cuenta @jauamiranda.
Entretanto, el secretario general del partido Primero Justicia, Tomás Guanipa, al que pertenece Capriles y del que fue suspendido Caldera, señaló que la denuncia de forma parte de "la agenda de la derrota" del Gobierno para "intentar enlodar de cualquier forma la campaña de Henrique Capriles".
"Lo que está pasando en Venezuela es que el Gobierno entró en una etapa de desesperación frente a la campaña de Capriles (...) una muestra de un Gobierno que está temeroso de perder este proceso electoral", dijo.
Los venezolanos están llamados a las urnas el próximo 7 de octubre cuando elegirán presidente para el periodo 2013-2019 con Chávez, de 58 años y aspirante a su tercera reelección, y Capriles como principales favoritos.
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