UN HASTA SIEMPRE A UN LIDER
ChĆ”vez estĆ” en cada rostro que llenĆ³ este miĆ©rcoles el Paseo Los PrĆ³ceres, en Caracas. Es la madre, el abuelo, el motorizado, la wayuu, el militar, el ministro, la persona con discapacidad, el niƱo, el estudiante, el obrero, el gobernador. El pueblo.
Bajo el sol, que calentaba cada uno de los pechos, que latĆan en un solo compĆ”s, las manos se unĆan en una cadena que iba desde las gradas del final de Los PrĆ³ceres hasta el inicio de paseo. Todos querĆan verlo, reconocer su propio rostro en el compaƱero de al lado, en remolino multicolor que contagiaba a cada uno de su fuerza.
"AhĆ viene, ahĆ viene" se escuchaba cada tanto. En ese momento, todos corrĆan, se agolpaban para recibir al Comandante Hugo ChĆ”vez, una vez mĆ”s hecho pueblo. "ChĆ”vez nos dio la raĆz, ahora nosotros seguiremos dando el fruto", dijo InĆ©s MuƱoz, de Catia La Mar, estado Vargas. Los frutos ya se asomaban a los Ć”rboles, a los largo de ese espacio de la capital construido para honrar a los hĆ©roes independentistas: soldados jĆ³venes agitaban banderas en sus copas y sostenĆan cuadros con la imagen del Presidente.
Mientras sonaba un aplauso sentido y prolongado en la Academia Militar, en Caracas, los hijos y la nieta del presidente de la RepĆŗblica, Hugo ChĆ”vez FrĆas, homenajearon al lĆder de la RevoluciĆ³n Bolivariana este miĆ©rcoles con una Guardia de Honor. Sus hijos, Rosa Virginia, MarĆa Gabriela, RosinĆ©s y Hugo, asĆ como su nieta Gabriela, permanecieron en silencio y conmovidos frente al lĆder revolucionario, quien a partir de este miĆ©rcoles en horas de la noche serĆ” velado en capilla ardiente.
Anteriormente, realizaron Guardia de Honor los Presidentes Cristina FernĆ”ndez (Argentina), JosĆ© “Pepe” Mujica (Uruguay), Evo Morales (Bolivia) y la senadora uruguaya LucĆa de Mujica; luego hicieron lo propio los representantes de los Poderes PĆŗblicos y el vicepresidente, NicolĆ”s Maduro, los hermanos del presidente ChĆ”vez, su madre Rosa Elena y, por Ćŗltimo, el Alto Mando Militar.
El fĆ©retro del jefe de Estado llegĆ³ pasadas las 5:40 de la tarde a la Academia Militar, luego de un recorrido de ocho kilĆ³metros por la ciudad capital, que durĆ³ mĆ”s de siete horas, siempre en compaƱĆa de la inmensidad revolucionaria convertida en pueblo. La Capilla Ardiente en honor al Comandante ChĆ”vez tiene lugar en el salĆ³n de honor "El Libertador General en Jefe SimĆ³n BolĆvar", de la Academia Militar de Venezuela, en Caracas, y se extenderĆ” hasta el viernes 8 de marzo.
¿Ya viene ChĆ”vez?
-MamĆ”, ¿ya viene ChĆ”vez? Le dice el pequeƱo Gabriel, de siete aƱos a Ivelice IstĆŗriz, quien se esconde del sol bajo un Ć”rbol.
-Ten paciencia -responde-. Debemos quedarnos aquĆ, mira que somos muchas personas que lo queremos ver.
Gabriel estĆ” impaciente. Su madre lo convence de que vaya al parque, mientras esperan. "-EstĆ” bien, dice Ć©l, pero avĆsame cuando estĆ© cerca".
Ivelice cuenta que su hijo ama al Presidente y que viven en Los Teques, capital del estado Mirada. "Cuando pusieron el Elevado Bicentenario, pasamos por Ć©l. Mi hijo y yo nos pusimos a llorar porque ahora tenĆamos ese puente tan lindo. Por eso Ć©l lo ama".
Mientras Gabriel jugaba en los parques ubicados a lo largo del Paseo Los PrĆ³ceres para el disfrute de los mĆ”s pequeƱos, su madre le preguntaba a un militar la razĆ³n de ese listĆ³n con los colores de la bandera en su brazo.
Ćl le explicĆ³ que era inspirado en el que usaron los miembros del Movimiento Bolivariano 200, dirigidos por el entonces teniente coronel Hugo ChĆ”vez, como forma de identificarse durante la rebeliĆ³n cĆvico-militar del 4 de febrero y 27 de noviembre de 1992.
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