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Tres estudiantes de la UC en huelga de hambre



Tres estudiantes de la Universidad de Carabobo (UC) se declararon en huelga de hambre este jueves. Exigen al Gobierno Nacional un presupuesto justo para las universidades, asĆ­ como reivindicaciones laborales y aumento salarial justo a los docentes.

Elio Lugo, JosĆ© BriceƱo y Juan BolĆ­var, todos estudiantes de Derecho, se apostaron en las inmediaciones del Rectorado y aseguraron que permanecerĆ”n en el lugar hasta tanto el ministro de EducaciĆ³n, Pedro Calzadilla, atienda las exigencias de los universitarios.
Acciones de calle no cesan

Por cuarto dĆ­a, profesores y estudiantes se lanzaron a las calles para continuar reclamando mejoras en el sector universitario. En esta oportunidad realizaron una marcha desde la sede del C.C Omnicentro en Naguanagua, hasta el C.C Camoruco en la Av. BolĆ­var, donde realizaron una clase magistral.

Profesora se suma a huelga de hambre de estudiantes de la ULA

Los universitarios de MĆ©rida continĆŗan en la huelga de hambre que emprendieron este martes, para demostrarle al paĆ­s la crisis por la cual atraviesan las universidades y de la que seƱalan que no es atendida por el gobierno nacional con la urgencia que se requiere.

Al ayuno que en primer lugar emprendieron cuatro estudiantes se han sumado otro bachiller, Manuel MĆ”rquez, estudiante de Derecho, quien comenzĆ³ la huelga el miĆ©rcoles en horas de la maƱana y este jueves la profesora Lilia Rosales, de la Facultad de Farmacia decidiĆ³ acompaƱar a los estudiantes en su lucha.

Rosales dijo que se sumĆ³ a la huelga porque siendo profesora titular de la Universidad de los Andes (ULA) y a un aƱo para jubilarse, percibe un “salario irrisorio que apenas alcanza para comer porque ni siquiera para pagar los servicios bĆ”sicos”, dijo.

La acadĆ©mica lamentĆ³ que profesores universitarios, preparados, con estudios de cuarto nivel, con una trayectoria reconocida, reciban un salario neto de 1.200 bolĆ­vares al mes, luego de todos los descuentos de ley y otros que hace la universidad por beneficios recibidos, cuando la canasta bĆ”sica ya se ubica en casi 7 mil bolĆ­vares.

Lilia Rosales se siente indignada por esta realidad que viven los profesores universitarios y asegurĆ³ que ella y sus hijos “estĆ”n pasando hambre”.
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