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Bolívar condenó la corrupción como delito de traición a la Patria

Como parte de las batallas por la independencia del continente y la construcción de las Repúblicas latinoamericanas, el Libertador Simón Bolívar combatió el flagelo de la corrupción en la administración pública y lo señaló como un delito de traición a la patria que el pueblo debe denunciar.

Desde Lima, Perú, el 12 de enero de 1824, Bolívar emitió un decreto de cuatro artículos para legislar la administración del tesoro nacional considerando que "la escandalosa dilapidación de sus fondos por algunos funcionarios" debilitaba la República.

"El único medio de extirpar radicalmente este desorden es dictar medidas fuertes y extraordinarias", consideró además el Libertador, quien en aquel entonces se encontraba en Perú para comandar —junto al Mariscal Antonio José de Sucre— la Batalla de Junín, en la que sería derrotado el último reducto del imperio español en tierras suramericanas.

Conforme a su papel de hombre de Estado, forjador de nuevas naciones, Bolívar promulgó en el artículo uno de aquel decreto que "todo funcionario público a quien se le convenciere en juicio sumario de haber malversado, o tomado para sí de los fondos públicos de 10 pesos para arriba, queda sujeto a la pena capital".

Igualmente, la normativa indicaba que los jueces que no procedieran de acuerdo a lo decretado serían condenados a la misma pena.

"Todo individuo puede acusar a los funcionarios del delito que indica el Artículo uno", señalaba el artículo tres, con el cual se exhortaba a la población a ser partícipes de la contraloría del erario público.

Finalmente, en el último y cuarto artículo, se ordena fijar el decreto "en todas las oficinas de la República", así como su publicación y circulación.

Bolívar hoy

Traer a la actualidad la esencia de la normativa del Libertador, forma parte de la lucha contra la corrupción que ejerce la Revolución Bolivariana desde hace 15 años en Venezuela, ahora liderada por el presidente Nicolás Maduro, quien en octubre pasado solicitó a la Asamblea Nacional la potestad de legislar durante un año —vía Ley Habilitante— para combatir con más fuerza los actos ilícitos en la administración de los recursos del país, en cumplimiento con el legado del comandante Hugo Chávez, quien pidió enfrentar esta práctica con puño de hierro y maximizar la eficiencia de las instituciones en favor de los intereses del pueblo venezolano.

"Estamos planteando traer a la vigencia este decreto al año 2013", dijo Maduro, quien leyó y analizó el texto de Bolívar frente a la plenaria del Parlamento, en la que enalteció la ética socialista del comandante Chávez, quien siempre basó sus políticas en el pensamiento bolivariano.

En su reflexión, Maduro recordó la obra de Luis Beltrán Prieto Figueroa, El Libertador y la probidad administrativa (1984), en la que el escritor señala que para combatir la corrupción es necesaria la condena pública "por un pueblo de elevado espíritu cívico, y de conducta moral intachable, que es el único juez inexorable capaz de sepultar en el oprobio al funcionario deshonesto".

"El pueblo venezolano está a la altura de esta responsabilidad", afirmó el dirigente chavista, al expresar su confianza en la madurez de la conciencia de los venezolanos para condenar y denunciar la corrupción en todos los espacios, como una práctica de la moral y ética bolivariana.

"Nuestro pueblo ya no es, ni nunca será más el mismo de antes de esta Revolución. Nuestro pueblo ahora es digno de este reto lanzado por Bolívar e interpretado por Prieto", dijo Maduro.

Herencia colonial

En su alocución el presidente refirió que para entender las raíces históricas de la malversación de los fondos públicos hay que establecer una cronología que parte desde "el hecho brutal de la conquista y la colonización española".

"El genocidio generalizado a nuestros abuelos aborígenes, fue acompañado por un saqueo no menos generalizado en Venezuela y en nuestra América a partir de 1492. A la par que tiránico y despótico, el régimen colonial español fue extremadamente corrupto", puntualizó Maduro, quien precisó hechos de la historia venezolana como ejemplos de esta nefasta práctica.

La concesión del Rey Carlos V, en 1528, de la Provincia de Venezuela a banqueros alemanes conocidos como Los Welser; y "la hegemonía económica de la compañía Guipuzcoana, que practicó la corrupción de manera sistemática y a gran escala, esquilmando literalmente a Venezuela entre 1728 y 1778", fueron unos de los casos mencionados por el Jefe de Estado ante el Parlamento.

La Compañía Guipuzcoana fue una figura jurídica constituida por el imperio español que establecía un monopolio para la importación y comercialización mercancías europeas en la provincia de Venezuela así como la fijación de precios y compra de los bienes producidos en la colonia y su comercialización en España.

Maduro recordó que dicha compañía impidió cualquier forma de desarrollo del comercio y la agricultura, y se caracterizó por sus abusos e irregularidades, que generaron dos grandes rebeliones: la del líder afrodescendiente Andresote, entre 1732-1736, y la de Juan Francisco de León entre 1749-1751.

Sobre la historia contemporánea, el presidente resumió que tras la independencia del yugo español el legado bolivariano de ética y transparencia fue traicionado y la cuarta República (de 1830 a 1998) se caracterizó por la corrupción sistemática y generalizada en todos los niveles.

"Ese es el patrimonio que marcó la vía del estado de clase burgués que tenemos que superar definitivamente. ¡Revolución socialista! ¡Revolución del pueblo!", sentenció Maduro al exhortar que se debe comenzar con desnaturalizar esta práctica, identificarla como una anomalía.
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