#NACIONALES: Comunidades hacen justicia por su propia mano en Venezuela
ELVICTORIANO.COM.VE - Hace varias semanas Josefina presenciĆ³ una escena que aĆŗn la atormenta: una muchedumbre apaleĆ³ y quemĆ³ vivos a dos presuntos ladrones. La justicia por mano propia crece en Venezuela -uno de los paĆses mĆ”s violentos del mundo- en un contexto de impunidad.
“Me da escalofrĆos cuando recuerdo los gritos de dolor de esos muchachos”, contĆ³ a la AFP esta peluquera de 43 aƱos, quien salĆa de su trabajo al anochecer cuando se topĆ³ con ese hecho de violencia en una calle comercial y residencial de Los Ruices, urbanizaciĆ³n de clase media del municipio Sucre, al este de Caracas, donde desde el aƱo pasado se ha linchado a supuestos criminales.
Rodeados por los transeĆŗntes que se dirigĆan hacia el metro, habitantes de la zona golpeaban a los supuestos agresores con cascos de motos, patadas y puƱos. “De repente alguien les echĆ³ gasolina y los prendieron en candela”, aƱadiĆ³ Josefina abrumada.
“¡AgĆ”rrenlo!”, gritan los vecinos al ver un robo con arrebato, y usan el mismo llamado para convocar a los 350 miembros del grupo de Whatsapp “Los Ruices en acciĆ³n”, para que se atrincheren en las puertas de sus edificios y capturen al asaltante.
William Collins, dirigente vecinal, asegura que la comunidad se organizĆ³ para repeler a los malhechores, no para asesinarlos.
“Tenemos que defendernos porque no hay suficiente vigilancia policial”, dijo a la AFP este abogado de 50 aƱos. “Los linchamientos han surgido espontĆ”neamente”, aƱadiĆ³.
El director de la policĆa municipal Polisucre, Manuel Furelos, seƱalĆ³ a la AFP que no dispone de “pie de fuerza” para cumplir estĆ”ndares internacionales de seguridad ciudadana.
“La ONU recomienda desplegar cuatro policĆas por cada mil habitantes. En Polisucre, al igual que en la mayorĆa de las policĆas del paĆs, contamos con la mitad”, explicĆ³.
Adriana Torres, una comerciante de 45 aƱos, no tuvo tiempo de avisar a los vecinos cuando un ladrĆ³n le apuntĆ³ con una pistola frente a su negocio para robarle el celular a mediados de 2015.
“Estoy de acuerdo con que agarren a los malandros (ladrones) porque estamos cansados de la impunidad”, opinĆ³.
A Josefina la atracaron en la misma calle, pero deplora los linchamientos. “No somos Dios para decidir sobre la vida de un ser humano”, sostuvo.
Los hurtos representaron 37,4% de los delitos investigados por la FiscalĆa en 2015, siendo el tipo de mayor incidencia en medio de una severa crisis econĆ³mica.
Un habitante de Los Ruices muestra en su telĆ©fono mĆ³vil fotos de hombres desnudos y sangrando en el suelo, amarrados de manos y pies, a la espera de la policĆa, escenas que se difunden cada vez mĆ”s en redes sociales.
CADENA DE IMPUNIDAD
A mediados de abril, la fiscal general, Luisa Ortega, informĆ³ que su despacho investigaba 26 casos de ajusticiamiento: dos de 2015 y 24 del primer trimestre de 2016, que dejaron 20 muertos y 17 heridos.
Dos semanas despuĆ©s, las cifras se dispararon: 74 expedientes por 37 personas asesinadas y otras tantas lesionadas, segĆŗn Ortega.
Este aƱo la prensa venezolana ha reportado linchamientos y golpizas contra supuestos criminales en 20 de los 24 estados del paĆs.
“Nadie puede ejecutar linchamientos, aun cuando la persona haya cometido delitos, pues en ocasiones se cometen injusticias”, advirtiĆ³ la funcionaria.
Ese fue el caso de Roberto Bernal, un cocinero de 43 aƱos que fue golpeado, rociado con gasolina y prendido fuego en Los Ruices por una turba que lo confundiĆ³ con un ladrĆ³n, denunciaron sus familiares.
Solo hay un imputado por este asesinato, pese a que segĆŗn la FiscalĆa fue emboscado “por un grupo de personas”.
La psicĆ³loga social Magally Huggins considera que los linchamientos revelan que la ciudadanĆa “no percibe garantĆas de acceso oportuno a la justicia”.
SegĆŗn el no gubernamental Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), de 70.000 presos que hay en Venezuela sĆ³lo 30% estĆ”n sentenciados, mientras que 68% de los detenidos en 2015 por robo y homicidio eran reincidentes.
En el caso del municipio Sucre, “ocho de cada diez detenidos en flagrancia vuelven a la calle sin ser procesados debido al colapso del sistema judicial”, asegurĆ³ Furelos, quien rechaza los ajusticiamientos.
Para el criminĆ³logo AndrĆ©s Antillano, es “peligroso” que la violencia “se vuelva aceptable para fines privados porque se pierde la diferencia entre el que mata para robar y el que mata para impedirlo”.
Solo un tercio de los venezolanos estĆ” en contra de los linchamientos, segĆŗn encuestas del OVV recabadas desde 2002 hasta 2012.
La FiscalĆa venezolana registrĆ³ 4.696 asesinatos en el primer trimestre de 2016, por encima del promedio mensual del aƱo pasado, cuando hubo 17.778 homicidios, que equivale a 58,1 vĆctimas por cada 100.000 habitantes.
Sin embargo, el OVV sostiene que la tasa asciende a 90 asesinatos por mes, lo que convierte al paĆs en uno de los mĆ”s violentos del mundo sin conflicto armado, frente a un promedio global inferior a nueve./AFP
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