¿Como habla un buen líder?
ELVICTORIANO.COM.VE - Aquella expresión de “lo suyo no es hablar” ya es incompatible con los líderes de las empresas actuales y, por supuesto, del futuro. Lo cierto es que las personas que son líderes hablan, se dirigen al resto de las personas de una manera muy especial, con unas características propias y lo saben, lo que también es importante. El lenguaje del líder debe ser claro, preciso y conciso.
Un líder, mediante el lenguaje, no debe pretender imponer. Más bien a lo que debe aspirar es a convencer. Es más, muchas veces su comunicación consistirá en escuchar más que en transmitir. De hecho, parte de sus obligaciones es hacerlo para así poder conocer sus problemas y prestarles su ayuda.
Tomar conciencia de que un líder debe serlo por su lenguaje, por la forma de decir las cosas, es básico. De esta manera, entre las virtudes comunicativas de un verdadero paladín figurará siempre una gran disciplina verbal para mejorar en lo que sea necesario.
Además, un buen líder comunicativo debe hacer los deberes antes. Es decir, siempre será más fácil comunicar cualquier cosa si sabemos qué queremos transmitir y limitamos las conjunciones como “pero” que indican una contraposición y no transmiten seguridad.
Cuando señalas: “El trabajo realizado es muy interesante, pero…” parece que estás restando mérito a la primera parte de la frase. En este mismo sentido el uso de palabras muy contundentes como implacable, puede alejarte de los demás trabajadores u oyentes.
En esta línea, tampoco hay que abusar de los adjetivos superlativos y sí buscar un lenguaje claro, en definitiva hablar y hablar bien. La clave, como en otras tantas cuestiones, es el famoso Keep it Simple, o hazlo fácil. Cuanto más retuerzas el lenguaje más fácil será que se pierda parte del mismo.
También el tono es importante, ya que una persona que habla muy bajo o a gritos es difícil de seguir, mientras que un líder tiene un lenguaje desinhibido sin grandes cambios en el volumen, pero sí con inflexiones para llamar la atención.
Por supuesto el lenguaje debe ser directo y capaz de motivar a sus empleados, tratarlos como personas y no como recursos. Al final, el líder debe convencer a la gente mediante el lenguaje y para ello debería empatizar con ellos, saber de sus vidas y de sus problemas.
Si a esto le sumamos elementos en el discurso que resalte su autenticidad, el mensaje llegará todavía mejor. Para lograrlo, se pueden usar anécdotas reales que desvelen algo sobre la personalidad, por ejemplo.
Y por supuesto, no sólo debe utilizar el lenguaje hablado, sino que debe usar el lenguaje corporal para transmitir todo lo que quiere. A fin de cuentas, muchas veces puedes dar con las palabras adecuadas, pero si tu cuerpo no acompaña el mensaje, el empleado puede quedarse con una impresión equivocada.
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