Salvar vidas por vocación y profesión

Un camión de carga que transportaba un tractor chocó en la recta de Las Minas en San Antonio de los Altos y el impacto produjo que la cabina del vehículo pesado se hundiera. El conductor atrapado pide ayude a un funcionario vestido de azul que se acerca. Era José Antonio Vargas Serrano, quien se desempeña en la actualidad como jefe de la División de Emergencias Pre hospitalarias de los Bomberos de Miranda.

Recuerda el capitán que en sus 32 años de servicio en la institución, este es uno de los hechos que lo marcó como profesional. “Fue un accidente muy sonado, el aceite proveniente del motor  y la temperatura, hicieron que se desprendiera mucho humo. El chofer me pedía que no lo dejara solo, incluso pidió perdón a Dios, pensando que no sobreviviría. Siempre le dije que lo rescataríamos y así sucedió”.

Afirma que para los héroes de azul no importan las preferencias políticas, ni credos a la hora de ayudar a quien lo necesite y guarda la satisfacción de salvarle la vida a aquel hombre, ”pero ni siquiera sé su nombre, tal vez me lo consiga nuevamente y revivamos ese momento”. Asegura que las contingencias y las eventualidades son parte del aprendizaje del apagafuego, ya que todo bombero “debe tener la disposición de servir las 24 horas de los 365 días del año”.

Considera que la experiencia de haber pasado por las Divisiones de Incendios, Rescate, Materiales Peligrosos y Operaciones, lo consolidó como un funcionario multidisplinario, y a la vez dice sentir gran satisfacción porque su hijo ha seguido sus pasos. “Joel se desempeña como paramédico en la institución y estoy muy orgulloso de él, pero siempre le digo que no me iguale, que debe superarme como profesional”

Afirma que los bomberos son parte de la historia y que desde la fundación en 1937 de estos cuerpos preventivos en el país, específicamente en plaza España en Caracas, es mucha la tela que se ha cortado. “La institución permanece en el tiempo, nuestro lapso de servicio útil  es perecedero”.

Para José, los Bomberos de Miranda son parte de su vida y su familia, “mi esposa también trabaja en el Cuerpo, qué mejor manera para entender lo que hago, viviéndolo tan de cerca”. Dice que el organismo al cual ha dedicado todos estos años ha avanzado en la capacidad de respuesta operacional gracias a las dotaciones en materiales y equipos realizadas por el Gobierno regional. Para él, los bomberos ya no son “tan héroes anónimos, porque el trabajo que realizan se hace sentir”.