El pueblo enalteció la dignidad de la patria rebelde este 4-F
Pasadas las 3:00 de la tarde de este martes un sol fuerte iluminaba la calle al costado del Cuartel de la Montaña, en la parroquia 23 de Enero de Caracas. Allí, las palmas sonaban con fuerza al son de la canción necesaria del Cantor del Pueblo, Alí Primera, telón de fondo de la movilización popular que este 4 de febrero conmemoró los 22 años de la rebelión militar que en 1992 dirigió el entonces teniente coronel Hugo Chávez contra el gobierno neoliberal de Carlos Andrés Pérez.
"Fue un momento que despertó al pueblo", expresa César Narváez, habitante de la Parroquia San Agustín, quien describe a Chávez como un bolivariano "visionario y consciente de que el país debía enrumbarse hacia la construcción de un modelo justo. Hacia una democracia participativa".
El hombre de mediana edad rememora que vivió aquella rebelión, una respuesta a las políticas neoliberales aplicadas en el país a través del paquete de medidas económicas del Fondo Monetario Internacional (FMI), que tres años antes provocaron el estallido social conocido como el Caracazo, ocurrido el 27 y 28 de febrero de 1989, fecha en la que centenares de venezolanos salieron a las calles.
La rebelión del 4F no logró su objetivo en ese momento. Ese día, Chávez, junto a un grupo de militares, asumió públicamente su responsabilidad en los hechos, se dirigió al país a través de los medios de comunicación y manifestó el célebre "por ahora", que se convirtió en la esperanza de un pueblo.
"El país estaba destruido, hoy día nos dignificamos. Por ejemplo, se crearon 22 universidades, se colocaron en el espacio dos satélites venezolanos hechos con China, ¿Cuándo Carlos Andrés Pérez iba a montar un satélite en el espacio para que el pueblo tuviera una mejor educación, por ejemplo? ¡Nunca! Porque no les convenía que el pueblo se formara, que tuviera conocimiento, porque al hombre ignorante es más fácil dominarlo", agrega Narváez en tono efusivo, al tiempo que señala que este 4F los venezolanos celebran la Revolución Bolivariana impulsada por Chávez tras su elección en 1998.
"Celebramos el día de la dignidad de la patria rebelde porque ahora somos libres, no dependemos de las decisiones de otro país. Somos una patria que reconoce a los pueblos originarios, que prioriza la justicia social, que es soberana. Eso es dignidad", enfatiza César, quien es estudiante de Estudios Políticos de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV).
Mientras el habitante de San Agustín expresa su opinión y experiencia sobre el 4-F, a las 3:25 de la tarde en la pantalla de la tarima -ubicada para cantores populares- se ve al presidente Nicolás Maduro marchar junto al pueblo en la avenida Sucre.
"Ahí viene Nicolás", se escucha decir a una persona. Efectivamente a las 3:54 de la tarde el jefe de Estado llegó en medio de la marcha, bañado de pueblo, al que saludó al grito de "Chávez vive, la lucha sigue".
Pancartas con el rostro de Chávez, de Bolívar, con frases como "Por ahora y para siempre", el tricolor patrio, con bailes y palmas es recibido Maduro.
"Es maravilloso que marche con nosotros, él es un trabajador, el pateó las calles, viene del barrio también como uno", dice Narváez.
A las 4:30 la música cesa, se hace el silencio, Maduro junto al pueblo rinde homenaje al líder del 4 de febrero de 1992, al líder de la Revolución Bolivariana. El compromiso es inexorable: continuar con su legado, la construcción del socialismo bolivariano.
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